Vivimos la Vigilia Pascual (noche del sábado al domingo)la celebración más solemne e importante de todo el año litúrgico cristiano. Aquella noche, pasada en vela, se bendijo el Fuego nuevo y el Cirio Pascual, se cantó el Anuncio de la Pascua, se leyó las lecturas del Antiguo Testamento que nos narraron la historia de la Salvación, sobre todo la primera pascua, la pascua judía que se sucede con la salida de los hebreos esclavos de Egipto y su éxodo hacia la Tierra Prometida, después de pasar el Mar Rojo.
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Las lecturas bíblicas finalizaron con la solemne proclamación del Evangelio de la resurrección, precedida por el retorno del canto del Aleluya. Después se bendijo la fuente bautismal, se bautizó a una niña (Francin) y todos renovamos las promesas de nuestro propio bautismo. Finalmente celebramos la Eucaristía Pascual, Eucaristía que repetimos cada domingo, y sobre todo los domingos de Pascua, para revivir la Resurrección de Cristo. Centro de la fe cristiana.
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MAY
