HORARIOS FIESTA DE LA INMACULADA

Solemnidad de la Inmaculada. 
Horario parroquial.
  • Miércoles día 7 a las 19;30
  • Jueves día 8 a las 12 y 19:30

Vigilias de la Inmaculada en el Arciprestazgo Miércoles Día 7.

  • Para jóvenes.  En la parroquia San Ramón de Paiporta. (Ver mapa) 20:00 acogida. 20:30 eucaristía. Después cena y acto festivo.
  • Para adultos. Conventos de monjas dominicas del Alter en Torrent.(Ver mapa) 21:30 eucaristía.

 Un poco de historia…

En la Constitución Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX pronunció y definió que la Santísima Virgen María «en el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia concedidos por Dios, en vista de los méritos de Jesucristo, el Salvador del linaje humano, fue preservada de toda mancha de pecado original».

 

«La Santísima Virgen María…” El sujeto de esta inmunidad del pecado original es la persona de María en el momento de la creación de su alma y su infusión en el cuerpo.

“… en el primer instante de su concepción…”: El término concepción no significa la concepción activa o generativa por parte de sus padres. Su cuerpo fue formado en el seno de la madre, y el padre tuvo la participación habitual en su formación. La cuestión no concierne a lo inmaculado de la actividad generativa de sus padres. Ni concierne tampoco absoluta y simplemente a la concepción pasiva (conceptio seminis carnis, inchoata), la cual, según el orden de la naturaleza, precede a la infusión del alma racional.

 

La persona es verdaderamente concebida cuando el alma es creada e infundida en el cuerpo. María fue preservada de toda mancha de pecado original en el primer momento de su animación, y la gracia santificante le fue dada antes que el pecado pudiese hacer efecto en su alma.

“…fue preservada de toda mancha de pecado original…” La esencia activa formal del pecado original no fue removida de su alma como es removida de otros por el bautismo; fue excluida, nunca estuvo en su alma; simultáneamente con la exclusión del pecado. A ella se le confirió el estado de santidad original, inocencia y justicia, como opuesto al pecado original, por cuyo don se excluyeron cada mancha y falta, todas las emociones, pasiones y debilidades depravadas, esencialmente pertenecientes al pecado original; mas no fue eximida de las penas temporales de Adán—el dolor, las enfermedades corporales y la muerte.

“… por un singular privilegio y gracia concedidos por Dios, en vista de los méritos de Jesucristo, el Salvador del linaje humano”: A María se le dio la inmunidad del pecado original por una singular exención de una ley universal por los mismos méritos de Cristo, por los cuales los demás hombres son limpiados del pecado por el bautismo. María necesitó al Redentor para obtener esta exención y ser liberada de la necesidad y de la deuda (debitum) universal de estar sujeta al pecado original. La persona de María, por su origen de Adán, habría estado sujeta al pecado, pero, siendo la nueva Eva, quien sería la madre del nuevo Adán, fue apartada de la ley general del pecado original, por el eterno designio de Dios y por los méritos de Cristo. Su redención fue la verdadera obra maestra de la sabiduría redentora de Cristo. Es un redentor mayor quien paga la deuda en que no incurrió que quien paga después que ha caído en la deuda.

 

Orígenes

Este es el significado del término «Inmaculada Concepción».

Fuente y más información:

aciprensa.es

 

Orígenes Fiesta de la Inmaculada Concepción

Los orígenes de la Fiesta

En la Constitución Ineffabilis Deus de 8 de Diciembre de 1854, Pío IX pronunció y definió que la Santísima Virgen María «en el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia concedidos por Dios, en vista de los méritos de Jesucristo, el Salvador del linaje humano, fue preservada de toda mancha de pecado original». De esta manera proclamaba como dogma de fe de forma definitiva lo que la tradición popular había sostenido desde los comienzos de la Iglesia.

1. LA SAGRADA ESCRITURA


En la Sagrada Escritura encontramos algunas referencias (aunque no directas)  a la Virgen. El primer pasaje escriturístico que contiene la promesa de la redención menciona también a la Madre del Redentor: “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer y su estirpe;ella aplastará tu cabeza cuando tú aceches para morderle su talón” (Génesis 3:15).

Por otra parte en el evangelio de San Lucas, el saludo del ángel Gabriel (Cfr. Lucas 1:28) Dios te salve, llena de gracia , “chaire kecharitomene”, indica una alabanza a la abundancia de gracia, un sobrenatural estado del alma agradable a Dios, que encuentra explicación sólo en la Inmaculada Concepción de María. También se han visto referencias a la Virgen María en el libro de los Proverbios, el Eclesiático y el Cantar de los Cantares (Cfr. Cant. 4:7).

2. LOS PADRES DE LA IGLESIA

Respecto de la impecabilidad de María, los antiguos Padres son muy cautelosos, aunque insisten en dos puntos sobre todo: la absoluta pureza de María y su posición como segunda Eva (Cfr. 1 Cor 15:22). Esta celebrada comparación entre Eva, por algún tiempo inmaculada e incorrupta -no sujeta al pecado original- y la Santísima Virgen es desarrollado por varios Padres de la Iglesia: San JustinoSan Ireneo de Lyon,TertulianoSan Cirilo de Jerusalén y Sedulioentre otros.

Los escritos patrísticos sobre la absoluta pureza de María son muy abundantes: Orígenes la llama «digna de Dios, inmaculada del inmaculado, la más completa santidad, perfecta justicia, ni engañada por la persuasión de la serpiente, ni infectada con su venenoso aliento». San Ambrosio dice que «es incorrupta, una virgen inmune por la gracia de toda mancha de pecado». San Agustín declara que todos los justos han conocido verdaderamente el pecado «excepto la Santa Virgen María, de quien, por el honor del Señor, yo no pondría en cuestión nada en lo que concierne al pecado».

Los Padres sirios nunca se cansaron de ensalzar la impecabilidad de MaríaSan Efrén describe la excelencia de la gracia y santidad de María: «La Santísima Señora, Madre de Dios, la única pura en alma y cuerpo, la única que excede toda perfección de pureza, única morada de todas las gracias del más Santo Espíritu [..], mi Señora santísima, purísima, sin corrupción, la solamente inmaculada».

3. EL ORIGEN DE LA FIESTA

La antigua fiesta de la Concepción de María(Concepción de Santa Ana), que tuvo su origen en los monasterios de Palestina a final del siglo VII, y la moderna fiesta de laInmaculada Concepción no son idénticas en su origen, aunque la fiesta de la Concepción de Santa Ana se convirtió con el paso del tiempo en la de la Inmaculada Concepción.

Para determinar el origen de esta fiesta debemos tener en cuenta los documentos genuinos que poseemos. El más antiguo es elcanon de la fiesta, compuesto por San Andrés de Creta, quien escribió su himno litúrgico en la segunda mitad del siglo VII. En la Iglesia Oriental la solemnidad emergió de comunidades monásticas, entró en las catedrales, fue glorificada por los predicadores y poetas, y eventualmente fue fijada fiesta en el calendario de Basilio II, con la aprobación de la Iglesia y del Estado.

En la Iglesia Occidental la fiesta aparece cuando en el Oriente su desarrollo se había detenido. El tímido comienzo de la nueva fiesta en algunos monasterios anglosajones en el siglo XI, en parte ahogada por la conquista de los normandos, vino seguido de su recepción en algunos cabildos y diócesis del clero anglo-normando. El definitivo y fiable conocimiento de la fiesta en Occidente vino desde Inglaterra; se encuentra en el calendario de Old Minster, Winchester, datado hacia el año 1030, y en otro calendario de New Minster, Winchester, escrito entre1035 y 1056. Esto demuestra que la fiesta era reconocida por la autoridad y observada por los monjes sajones con considerable solemnidad.

Después de la invasión normanda en 1066, el recién llegado clero normando abolió la fiesta en algunos monasterios de Inglaterra donde había sido establecida por los monjes anglosajones. Pero hacia fines del siglo XI, a través de los esfuerzos de Anselmo el Joven, fue retomada en numerosos establecimientos anglo-normandos. Durante la Edad Media la Fiesta de la Concepción de María fue comúnmente llamada la «Fiesta de la nación normanda», lo cual manifiesta que era celebrada en Normandía con gran esplendor y que se extendió por toda la Europa Occidental.

Por un Decreto de 28 de Febrero de 1476Sixto IV adoptó por fin la fiesta para toda la Iglesia Latina y otorgó una indulgencia a todos cuantos asistieran a los Oficios Divinos de la solemnidad. Para poner fin a toda ulterior cavilación, Alejandro VI promulgó el 8 de Diciembre de 1661 la famosa constitución «Sollicitudo omnium Ecclesiarum» en la que declaró que la inmunidad de María del pecado original en el primer momento de la creación de su alma y su infusión en el cuerpo eran objeto de fe.

Desde el tiempo de Alejandro VII hasta antes de la definición final, no hubo dudas por parte de los teólogos de que el privilegio estaba entre las verdades reveladas por Dios. Finalmente Pío IX, rodeado por una espléndida multitud de cardenales y obispos, promulgó el dogma el 8 de Diciembre de 1854.

Fuente: FREDERICK G. HOLWECK

Publicado en primeroscristianos.com

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